Las encuestas y estudios realizados confirman el declive del catolicismo en España y Latinoamérica y la expansión del sincretismo religioso en nuevas formas de espiritualidad más abiertas, como las de la llamada Nueva Era, y con una importante influencia de los sistemas de creencias orientales en el Occidente cristiano. Llamando fuertemente la atención que un 65,67% de los encuestados se identifiquen más con la espiritualidad oriental que con su propia tradición occidental y cristiana, reducida a un 34,33% ante esa elección. Una influencia tan profunda que alcanza el propio núcleo del cristianismo, cuando, según se desprende de las encuestas realizadas por el Instituto, hasta un 70,92% de los creyentes católicos y, todavía más sorprendentemente, un 37,5% de sus practicantes dicen creer en la reencarnación y, la gran mayoría entre estos, también en el karma, como destino de las almas tras la muerte.

La necesidad de apertura, renovación y cambio a nuevas formas de expresión de la espiritualidad se hace también patente cuando observamos que la excepción al retroceso generalizado del catolicismo en España sólo se da en algunos grupos más innnovadores, como los retiros de Emaús, los Amigos del Desierto o el movimiento Hakuna liderado por el grupo musical católico del mismo nombre. Y que, sin embargo, son la excepción a la predominancia del tradicionalismo en la Iglesia Católica, que muestra grandes dificultades para adaptarse a las demandas y necesidades espirituales de la ciudadanía de nuestro tiempo. Un hecho que también queda reflejado en que, según datos del CIS, tan sólo el 16% de los católicos asiste a misa los domingos y festivos, con la particularidad de que una gran parte corresponden al segmento de mayores de 70 años (37,7%), mientras que, entre los 18 y los 39 años la media se sitúa en el 13,25%, anticipando una tendencia a la baja para el futuro.